miércoles, 16 de mayo de 2012

Iris Molina...sobre Conchi.


Cuando me enteré me quede paralizada, hasta que empecé a llorar. No me lo esperaba. En el fondo seguía creyendo que cualquier día entraría por la puerta, con su energía habitual, recuperada, alegre, como si nunca hubiera estado enferma...
La verdad es que sólo me dio clase un año, y bueno, 15 días de este curso, pero su personalidad, cómo creía en todos, como seguía teniendo esperanza en cada uno de nosotros, los peculiares gestos que usaba al recitarnos la canción del pirata o lo de complemento directo y agente...
A principios de septiembre, cuando me enteré de que era nuestra tutora, me puse a saltar de alegría.
Lo peor es que no se lo merecía, entre las personas que menos se lo merecen ella era la que menos. Pero ha pasado, la vida no es justa. Pero es así.
Te recordaremos siempre.

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